Najran, 17 de enero de 2025 – En el corazón de la región de Najran, el arte atemporal del trabajo del cuero tradicional sigue floreciendo, con el "Mizab" y el "Mishrab" como símbolos perdurables del patrimonio cultural de la región. Enero de 2025 – En el corazón de la región de Najran, el arte atemporal de la elaboración tradicional del cuero sigue floreciendo, con el "Mizab" y el "Mishrab" como símbolos perdurables del patrimonio cultural de la región. Estos objetos hechos a mano, celebrados tanto por su belleza estética como por su meticulosa artesanía, son hoy valorados a pesar de la llegada de los electrodomésticos modernos a los hogares. Siguen siendo una parte esencial de la identidad cultural de la región, simbolizan una conexión con el pasado y un profundo respeto por la destreza de los artesanos locales.
El Mizab, una cuna tradicional hecha principalmente de cuero de cabra y hojas de palma, es un ejemplo impresionante de esta artesanía duradera. De generación en generación, el Mizab sigue siendo valorado por su importancia cultural y su diseño práctico. Típicamente entregado como regalo de las abuelas a sus nietos, ofrece un lugar de descanso cómodo y seguro para los bebés. Con una longitud de aproximadamente 85 cm y un ancho de 45 cm, el Mizab cuenta con una "nasiyya", un trozo cuadrado de madera que sirve como base de la cuna, apoyado por hojas de palma y cubierto con cuero suave y duradero.
El diseño del Mizab es tanto funcional como simbólico. Su construcción refleja el cabecero de una cama moderna y crea un entorno seguro y reconfortante para el niño. La cuna está decorada con tiras de cuero llamadas "al-hadab", que producen un sonido suave y reconfortante mientras la cuna se mece de un lado a otro, lo que aumenta aún más la comodidad del bebé. En el interior, el Mizab contiene una "plata", un lugar de descanso cilíndrico hecho de ramas obtenidas de la parte interna de las hojas de palma. Esta placa se mantiene unida por un fuerte lazo de cuero, lo que permite que la cuna sea fácilmente transportada o colgada. El diseño también incluye características de seguridad, con una abertura estrecha que protege al bebé de posibles peligros y fomenta el sueño de lado para reducir el riesgo de asfixia.
El Mizab no es solo un objeto funcional, sino también una valiosa herencia que se transmite de generación en generación. Su uso continuado en los hogares de Najran refleja una profunda conexión cultural con el pasado, donde las familias mantienen tradiciones que han sido cuidadas durante siglos. Sigue siendo un símbolo de calidez, seguridad y los lazos duraderos entre las generaciones.
Igualmente significativo en la tradición del cuero de Najran es el Mishrab, un recipiente tradicional para agua hecho del más fino cuero de oveja. Popular entre la generación mayor, el Mishrab es conocido por su capacidad de enfriar el agua y mantenerla refrescantemente fría durante mucho tiempo. El Mishrab es muy valorado por su portabilidad, ya que se puede colgar fácilmente de árboles u otras estructuras, lo que lo convierte en un recipiente ideal para su uso al aire libre. El sabor único del agua almacenada en el Mishrab, combinado con sus propiedades refrescantes, lo convierte en un objeto muy deseado, especialmente en el clima caluroso de la región de Najran.
Una visita a las tiendas de cuero en el bullicioso barrio de Aba Al-Saud ofrece una visión más detallada de los complejos procesos involucrados en la fabricación de estos productos de cuero tradicionales. Los dueños de las tiendas destacan con orgullo las diversas fases de la producción de cuero, incluyendo la limpieza, la eliminación del pelo, el curtido, el secado, el estiramiento y el corte preciso. Cada fase requiere una cuidadosa atención a los detalles y un profundo conocimiento del oficio para asegurar que el producto final no solo sea funcional, sino también estéticamente atractivo.
Mientras la región produce una amplia gama de artículos de cuero, son los Mishrab y Mizab los que más se aprecian. Estos objetos no solo son valorados por su practicidad, sino también por su fuerte significado cultural, que atrae tanto a los consumidores locales como a los visitantes de fuera de la región. Su atractivo atemporal habla del valor perdurable de la artesanía tradicional en un mundo que se moderniza rápidamente.
Mientras el Mizab y el Mishrab continúan conquistando los corazones de quienes los encuentran, sirven como recuerdos vívidos de la rica historia cultural de Najran. En un mundo cada vez más marcado por la tecnología y la producción en masa, estos tesoros hechos a mano se erigen como símbolos de resistencia, herencia y la belleza de las tradiciones artesanales que han perdurado a lo largo del tiempo.
