- El peregrino filipino Mina, Hajj Abu Bakr, tuvo que hacer frente al desafío de mantener el resentimiento hacia el Islam debido a los retratos desfavorables de la religión en los medios de comunicación.
- La madre de Abu Bakr se convirtió al Islam y lo alentó a estudiar la religión por sí solo, comenzando un viaje hacia la iluminación y la conciencia de sí mismo.
- Al estudiar el Islam desde diversas fuentes, Abu Bakr disolvió los mitos y abrazó plenamente la fe, convirtiéndose en un prominente defensor en su comunidad y impactando positivamente su pueblo.
Mina, Hajj Abu Bakr, un peregrino filipino, se enfrentó a un desafío inusual el 18 de junio de 2024.Durante muchos años, fue profundamente hostil al Islam, que fue empeorado por las representaciones negativas de la religión en varios medios de comunicación. Pero su madre le instó a que estudiara el Islam por su cuenta, habiendo adoptado la fe durante sus diez años en Arabia Saudita. A través de su investigación, Abu Bakr emprendió un camino muy personal de auto-realización y iluminación. Según la recomendación de su madre, comenzó a estudiar el Islam en línea desde diversas fuentes. Usando esta técnica, fue capaz de superar muchas de las creencias que le habían molestado durante años.
Esta experiencia transformadora le llevó a abrazar plenamente la fe y a hacerse conocido en su comunidad como un defensor, demostrando su desarrollo y la nueva visión adquirida. Hajj Abu Bakr dijo a la Agencia de Prensa Saudita (SPA) en un mensaje sobre su felicidad restaurada y su confianza en el Islam. Su peregrinación llegó a su fin cuando cumplió el quinto pilar del Islam, un acontecimiento hecho aún más notable por las instalaciones de peregrinaje proporcionadas por el Reino de Arabia Saudita. No sólo su metamorfosis le ha traído paz personal, sino que también ha tenido un impacto positivo en su tribu haciendo de él un símbolo de tolerancia y aceptación.
